Buenas noches y gracias por mirarme.

Ya son las 2 de la madrugada y mis ojos se me cierran de sueño, una nueva jornada se va terminando y mañana será otro día, pero mejor que el de hoy no, si acaso diferente.
Y no quería acostarme sin darte las buenas noches y las gracias por el día que me has regalado.
Ha sido un sueño o quizás no haya sueños tan bonitos, porque te he notado, he notado tu mirada de complicidad. Cuando tus ojos me han mirado me has hablado, me has hecho recordar que estas ahí, que siempre estas a mi lado, que me quieres, y con momentos como el de hoy me das confianza y haces que nuestro mutuo amor crezca.
Hoy cuando me has mirado a los ojos como aquel día, mis ojos se han humedecido como los tuyos, pero de alegría, alegría porque tu has vuelto a tu casa igual que yo volví, porque estamos cerca, porque llevamos 23 años juntos, y por todos los que nos quedan. Pero aunque has estado fuera dos años te he seguido teniendo tan cerca... he seguido viéndote y has seguido ayudándome.
Me ha emocionado ver como todo el mundo que te conoce te quiere, y quieren lo mejor para ti, te abren sus puertas y te abren sus corazones y tu para todos estas.
Fuiste la primera que conocí, la primera que me escuchó, la primera que me ayudó y gracias a ti he conocido a muchas más gente.
Y antes de acostarme te quería pedir unos favorcillos, nunca me sueltes de la mano ni a mi, ni a los mios que sabes que sin tu mano no sabemos andar bien y nos podemos perder, cuídanos que falta nos hace a todos, aunque pedirte esto es tontería porque lo vas a hacer de todas formas aunque no te lo pida. Y no dejes que tus dos niños que tanto te quieren te miren con los ojos rojos si no es de felicidad, ayúdales y que sea lo que tu quieras, porque siempre lo que tu quieres es el bien para todos.
Y felicidades porque, aunque hoy no es tu día, ni el de la que duerme en mi casa pidiéndote noche tras noche, tienes que estar contenta por como se han portado contigo y por que hoy duermes ya en tu casa.

Miles de besos, gracias y muy buenas noches.